Aprendí...
que ignorar la realidad no la cambia, que el verdadero amor y la verdadera amistad continúan creciendo a pesar de las distancias, que puedes cerrar los ojos a las cosas que no quieres ver, pero no el corazón a lo que no quieres sentir.
Porque, ahora lo sé, la felicidad no es algo que viene y va, que se basa en lo momentáneo. No. SON NECESARIAS MUCHAS LÁGRIMAS PARA ALCANZAR
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