Mira en lo que te has convertido. En un gilipollas, sí, en eso. Has dejado que el orgullo te llene y mírate. No vales nada. Ahora solo quiero huir, exacto, huir, lejos de aquí, de ti. De toda esta mentira... Sólo tengo que decir; adiós. Y sin embargo no puedo, porque a pesar de todo
¡ TE QUIERO!
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