Todo lo que empieza acaba.

Ella ya no quiere saber más de él, ella ya no quiere sufrir, ella ya no quiere llorar; ella quiere ser feliz, quiere reir, divertirse, pasarlo bien, ella ya no quiere llorar por invéciles, ella quiere llorar por gente que merezca la pena, y que luego se puedan reconziliar con un largo e intenso beso. 
Piensa que lleva toda la vida sufriendo por el mismo gilipollas que la hizo daño, y que, no merece la pena, ella ya no es esa chica con la que todo el mundo jugaba, ella cambió, y el mundo cambió con ella.